El Tomate es una fruta o una verdura, como quieran llamarla, de las más completas que hay en la cocina. Cortarla de la planta, pasarla por un poco de agua fresca y llevarla a la boca es una experiencia refrescante. Es un estallido de sensaciones en el paladar el morder un tomate. Acercar la boca a la suave y tensa piel que lo cubre, sentir la breve resistencia que ofrece al querer morderlo e hincar el diente en la turgente carne que encierra todo su sabor, para recibir en la boca el estallido de jugo y semillas que van a saciar nuestra sed, es un placer que todos podemos darnos. Desde el comienzo de diciembre hasta final del verano los tomates están en su mejor punto, en nuestras latitudes, pero pueden conseguirse todo el año. En todas sus variantes, perita, larga vida, cherry o americano, son ricos y cada uno tiene lo suyo. Los elegimos de acuerdo a la comida que vamos a hacer, aunque todos sirven para todo.
En verano se puede desayunar tomates, almorzar tomates y cenar tomates, no tiene contraindicaciones sus ingesta y es muy refrescante.
Se conoce como una preparación de la cocina clásica espñola, pero se consume en muchos otros países y puede hacerse de diversas formas, casi que con lo que hay en el momento en la heladera. Básicamente lleva tomates, un chorro de aceite, una cucharada de vinagre, miga de pan, un diente de ajo y si se quiere una rodaja de pepino, abundante agua y unos trozos de hielo al servirlo. Es sumamente refrescante para quitar la sed y bajar la temperatura corporal. Se puede servir decorado con hojas de perejil o albahaca, según la imaginacíón de quien lo prepare. Es ideal para tomar en una terraza, hamaca paraguaya o almohadones en el piso, con alguien muy alegre que nos acompañe, dicen por ahí que desata fantasías de castillos y reinas que amaban a escondidas... no se, habría que probar...
Es la comida ideal del verano. Los primero tomates rellenos de la temporada se preparan para la cena de navidad, como es tradición en muchas familias uruguayas. En casa, es un plato infaltable para la cena de navidad y la de fin de año, y debo hacer unos cuantos para que queden para el otro día. No hay como un tomate para refrescar el estómago después de una opípara cena en la que pudo haber un poco de alcohol de más (jaja).
Para las vacaciones es un plato rápido y completo y a los chicos les gusta. Cuidado con el relleno, no hay que poner cualquier cosa, las opciones son arroz, atún, mayonesa, papa, puede llevar maíz dulce o arvejas, huevo duro, pollo, jamón.
RELLENO 1: atún, mayonesa, maíz dulce y algo de la pulpa que se saca al vaciar los tomates, no toda; con el resto se prepara un rico y refrescante gazpacho.
RELLENO 2: arroz blanco, huevo duro, maíz dulce y algo de pulpa de tomate.
RELLENO 3: papas hervidas cortadas perqueñas, trocitos de pollo o de jamón, huevo duro (opcional) y arvejas.
Otras opciones que ustedes quieran con solo dejar volar la imaginación, se puede usar pescado fresco, otras verduras como espinaca para mezclar con el arroz, calabacín, etc.etc.
Para los tomates rellenos los mejores son los larga vida porque son más parejos y redondos, o los americanos, no les recomiendo rellenar tomatitos cherry jajaja
En medio de las vacaciones puede haber una nochecita de lluvia de verano, con una hermosa tormenta para ver en el cielo desde la terraza o azotea o la casita de verano o el balcón. No hay nada mejor que acompañar la tormenta con unas BRUSQUETAS y algo de VINO TINTO.
Si nos sentimos inspirados en algún momento del día pudimos haber hecho un pan casero simple y campestre; agua, harina, levadura y sal, que ya está frío. Lo cortamos en rodajas medianas de todo el tamaño del pan y las colocamos una en cada plato.
Cortamos los tomates en cubos, ajo picado, perejil, albahaca, cebolla y morrón y mezclamos todo como si fuera una criolla. Condimentamos con aceite, vinagre, algo de limón y pimienta. Colocamos una generosa cantidad de esa preparación encima de cada rodaja de pan y acompañamos con una copa de vino tinto.
Nos vamos a la terraza con una bendejita con todo y comemos sentados en el piso disfrutando la tormenta. Cuentan los memoriosos que en el momento en que se desata la lluvia y mordemos un buen bocado de brusqueta, el ajo suelta en la boca su esencia que al juntarse con la magia del vino, desata la verborragia de quien tiene más cosas que contar y se han sabido así los secretos más picantes de la historia.... hummm
Hay muchas opciones de preparar tomates. Otra de ellas es hacer una ensalada que sea fresca pero a la vez consistente para aquellos que con una lechuguita no se aguantan todo el día.
Cocinar medio paquete de moñitas o tirabuzones. Colar y pasar por agua fría de la canilla para que detengan la cocción y queden al dente. Colocar en una fuente amplia. Cortar los tomates en cubos, queso muzzarella también en cubos y albahaca o perejil, aceitunas verdes en rodajitas y condimentar con aceite.
Mezclar esta preparación con los fideos ya fríos y servir. Se acompaña bien con vino blanco helado y es bueno para las reconciliaciones, para lo cual se aconseja espolvorear el plato con pimienta cayena recién molida y llevarlo a la mesa con un lindo mantel, si es de noche, poner velas y quemar esencia de naranja. Un secreto: destapar el frasco del comino, que no se usa para esta receta, pero sí despierta los instintos....
Comer tomates es un placer y son ideales para ayudar a los niños a comer verduras. Por su color, sabor y textura son bien aceptados y dan posibilidad de jugar a gusto. Les aconsejo comprar un kilo de tomates cherry y sentarse en el piso con los niños a disfrutatr de morder esas pequeñas bolitas rojas y dulzonas que explotan en la boca derramando su sabroso elixir....
No hay comentarios:
Publicar un comentario