Hay días, en invierno, que no dan ganas de salir. Necesitás que alguien te de un empujón. Mis abuelos vivían en el campo, cuando yo era chica me llevaban y me dejaban unos días durante las vacaciones. A veces tocaba las vacaciones de invierno y el campo parece más frío que la ciudad. A la mañana todo blanquea de la helada y parece nieve sobre el pasto. Yo no necesitaba salir, lo veía desde la ventana, a esa hora, cuando se levanta la helada, los hombres volvían de haber hecho las primeras tareas del día. En la cocina a leña hervía el agua para el mate, y unos cuantos recipientes esperaban la leche recién ordeñada de las vacas. Las galletas de campaña, grandes, redondas y chatas, un poco duras, se calentaban encima de la chapa de la cocina. A veces alguno necesitaba algo más que un jarro de leche con café caliente o un mate, necesitaba un "empujón".
Mi abuela tomaba una olla pequeña, negra y vieja, la ponía al fuego con dos o tres cucharadas de azúcar y la dejaba calentar hasta que tomaba un color marrón oscuro, encima la agregaba un poco de agua, el jugo de una naranja y de un limón, uno o dos clavos de olor, un trozo de corteza de canela, y unas hojas de guaco (se puede agregar un pedacito de gengibre) lo dejaba calentar un poco hasta que el caramelo previo se hubiera disuelto. Ese menjunge se ponía en un jarro grande y se le agregaba un generoso chorro de vino directo de la damajuana que estaba abajo de la mesa, abundante, y así caliente hay que tomarlo, sintiendo como te corre el calor por dentro y cómo te va calentando las tripas, que es lo que se necesita para salir al campo en invierno.
Espero les guste, se pueden hacer algunas variantes según la hora del día, sustituír el vino por caña o grapa también da muy buen resultado. Se puede hacer con azúcar rubia, con canela en polvo, y con miel.
Suelten la bruja que todas llevamos dentro y a preparar menjunges que nos de un "EMPUJÓN" para salir a la calle o...... para meternos en la cama..... (je je je)
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