jueves, 22 de septiembre de 2011

cocinar con poca plata

La verdadera magia se hace en la cocina. En los últimos tiempos los precios de los comestibles se han ido por la nubes como decía mi madre. Entonces hay que buscar la forma de cocinar rico gastando poco. Suele pasar que si vamos a hacer una receta y nos falta algún ingrediente creemos que no se puede hacer, y eso no es del todo así. Por supuesto que si falta el ingrediente principal no será lo mismo, pero hay muchas cosas que se pueden sustituir, entonces hay que echar mano a la imaginación.
Vamos a ver algunas sugerencias.


UN PUERRO cuesta entre siete y diez pesos según el lugar donde lo compren y da para hacer una tarta. Es una verdura muy noble, sabrosa y se utiliza en su totalidad. Se corta en rodajas después de sacarle las puntas marchitas, se pone en el sartén con un diente de ajo y un poco de aceite. Al rato se le agrega leche y se deja cocinar, la leche suaviza su sabor fuerte acebollado. Se condimenta con sal, pimienta y nuez moscada y se deja reposar. Se hace una masa liviana de harina, aceite, agua y un huevo, se une sin amasar y luego se estira del tamaño de la asadera (Ver masa de hojaldre simple). Se coloca el fondo, luego el relleno, si se quiere se puede agregar queso rallado, si hubiera algún resto de fiambre se puede picar también. Se pone la masa de arriba y al horno.


La ALITAS DE POLLO son muy ecónomicas, en el entorno de 35 pesos el kilo. Se cortan en dos y se descarta la parte más fina que se puede usar para saborizar sopa o caldo. La otras dos mitades se cocinan al horno con mostaza y limón o se fritan, según el gusto. Si se desea se pueden pasar por pan rallado y huevo antes de hornear o fritar. Se acompañan con arroz blanco, puré de papas o verduras hervidas. También son ideales para hacer sopa y para saborizar guisos o cazuelas.


El HIGADO de vaca se compra a 80 pesos el kilo aproximadamente y rinde todo, ya que no tiene casi desperdicio. Solo se le retira la piel que tiene de un lado y alguna parte de los conductos. Se corta en cubos y se cocina en un sartén con abundante ajo y cebolla cortada en rodajas. Con una buena cebollada quedan muy ricos, si se quiere se puede agregar morrón también. Se sirve con arroz blanco. Los churrascos de hígado son indicados cuando existe baja en la cantidad del hierro del organismo, es bueno para los niños y los ancianos. Se deben cortar muy finitos para que queden más ricos, no aconsejo cortarlos gruesos. Se acompañan con moñitas con queso, puré de papas o verduras, arroz o papas fritas.
También se pueden hacer en brochettes, se cortan cubos y se colocan en los pinchos alternando con cebolla y morrón, a la parrilla o al horno.


Los ZAPALLITOS son una verdura noble y muy rica. Se puede hacer un revuelto con cebolla, morrón y huevo que se acompaña con arroz blanco. Esta misma preparación puede usarse para hacer una tarta. Otra opción es hacerlos rellenos, con su propia pulpa mezclada con carne, jamón y queso u otras verduras, también se puede usar ricotta. Si no quieren usar la pulpa para rellenar, con ella se puede hacer una rica sopa crema, licuando la pulpa y saborizándola con cubos de sabor o alas de pollo al hervirlos. Tener en cuenta que los zapallitos están muy en cuenta cuando es su época, fuera de ella el precio sube mucho.




La PAPA nunca debe faltar en la cocina. Sirve para casi todo. Con un kilo de papas, una docena de huevos y alguna cebolla, hacemos la clásica tortilla de papas. Una sugerencia es cortar las papas como para fritas, bien finitas y fritarlas como para gramajo. Hacer las tortillas finas con dos huevos y un puñado de papas. Variar los gustos: con cebolla, con queso rallado, con morrón, con ajo y perejil, con zanahoria rallada, con ajo y tomate. En fin traer de la heladera todos los restos de verdura que hayan quedado y dejar volar la imaginación de este modo hacemos tortillas para todos los gustos. La tortilla se acompaña bien con ensalada de tomates con albahaca. Usar condimentos como: pimienta blanca, negra, comino y nuez moscada, esto ayuda a sustituir la sal.

RECOMENDACION:  siempre conviene usar las verduras de estación, porque en la época, tanto las frutas como las verduras están en su punto de sabor y a buen precio. De este modo también respetamos los ciclos de la naturaleza que por algo están. Personalmente trato de hacer esto no solo por las razones mencionadas sino también para no favorecer el cultivo de verduras en forma artificial. Cuando hay limón, haz limonada y cuando no hay, no hagas nada.
Respetando la naturaleza y sus ciclos nos repetamos a nosotros mismos porque también estamos en ella.

Gracias y hasta la próxima!




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